Seguramente estas pensando en lo absurda que ésta idea suena, pero sigue leyendo, quizás no lo parezca tanto después de todo.
Cuando luchamos, estamos caminando en dirección opuesta a nuestra felicidad
El amor no lucha porque tiene certeza, no pide porque se sabe completo. La lucha es el distractor que utiliza el ego para alejarnos de la paz.
Pensamos que debemos movernos continuamente para lograr, para obtener, para alcanzar lo que soñamos. Pero, ¿como podemos desear obtener algo que ya se nos ha dado?
La única manera de no recibir lo que nos corresponde por herencia universal es seguir luchando, porque la búsqueda constante implica la carencia de aquello que buscamos y asi continuamos negando nuestra propia abundancia.
Debemos agradecer y aceptar que ya se nos ha dado todo, de esta manera en vez de esforzarnos por vencer a la adversidad, estamos receptivos a las señales y a las oportunidades, lo que necesitamos llega a nuestras manos, las personas indicadas, el trabajo perfecto y las condiciones más favorables. "Todo comienza a trabajar a nuestro favor cuando fluimos en vez de resistirnos"
¿Entonces debemos dejar de pedir para aprender a recibir? Si, todas las respuestas que buscamos están siempre disponibles, sólo debemos acallar nuestra mente y escuchar con humildad la verdad que resuena desde el principio del tiempo en cada una de nosotras.
No es una casualidad que las cosas lleguen justo en el momento que dejamos de buscarlas.
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Luz y bendiciones
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