Cuando percibimos que nuestros hijos sienten el deseo de tomar algo ajeno, es importante dialogar con ellos no sólo acerca de la acción en sí, sino de lo que piensan cuando la cometen.
Dado que lo que genera un acto, es siempre un pensamiento, no podremos poner fin a nada hasta que eliminemos el impulso que provoca este comportamiento desde la raíz.
Sería muy beneficioso explicar a nuestros hijos que el sentimiento de carencia indica que hemos aceptado la escasez en nuestra vida y por lo tanto eso es lo que veremos materializarse frente a nosotros.
De esta manera funciona, si piensas que algo te hace falta, así será. La manera de conseguir lo que
queremos no es quitándoselo a alguien más, sino dándonos a nosotros mismos la oportunidad de
recibir los regalos que el universo tiene para nosotros.
Te comparto a continuación 2 poderosas prácticas para ti y tu familia. Si las aplicas correctamente sentirás tu corazón llenarse de gozo y atraerás la abundancia en todos los sentidos
1. Agradecer cada día por todo lo que tenemos: al despertar comenzamos a decir, gracias por esta cama, por esta cobija, por esta sábana, por estas pantuflas etc etc, tratando de no dejar nada de lo que veamos a nuestro alrededor fuera de nuestro sentimiento de gratitud.
2. Dar a los demás: cada día vamos a realizar una buena acción para otra persona, las oportunidades se presentarán y sólo deberás estar alerta para saber tomarlas. El siguiente paso es, no hablar de ello con nadie y entregarlo como un precioso regalo para nosotros mismos.
Debemos darnos cuenta que las cosas materiales son manifestaciones de lo que pensamos.
"Contempla el mundo con gratitud y lo que más deseas de corazón llegará en el momento que menos lo esperes".
Beatriz Arias
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