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17 noviembre, 2013

Plegaria a Jesús de Nazaret.

Porque te confundes y agitas ante los problemas de la vida, déjame al cuidado de todas tus cosas y todo ira mejor cuando te abandones a mi, todo se resolverá con tranquilidad según mis designios.

No te desesperes, no me digas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos.

Cierra los ojos del alma y dime con calma: Jesús yo confió en ti! Evita las preocupaciones angustiosas y los pensamientos de lo que puede suceder después, no estropees mis planes queriendo me imponer tus ideas.

Déjame ser Dios y actuar con libertad. Abandonate confiadamente en mi y deja en mis manos tu futuro.

Dime con frecuencia: Jesús, yo confió en ti! .
Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas, y querer resolver las cosas a tu manera. Cuando dices: Jesús yo confió en ti, no seas como el paciente que le pide al médico que lo cure, pero le sugiere el medio para hacerlo.

Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo, yo te amo. Si crees que las cosas se empeoran o complican a pesar de tu oración sigue confiando, cierra los ojos del alma y confía. Continúa diciéndome a toda hora: Jesús en ti confió!

Necesito las manos libres para poder obrar, no me mates con tus preocupaciones inútiles. El mundo ilusorio quiere eso, agitarte, angustiarte y quitarte La Paz.

Confía en mi, abandonate a mi yo hago los milagros en la proporción que tu me lo permitas. Así qué no te preocupes por nada, pon en mi todas tus angustias y duerme tranquilo. Dime siempre: Jesús, yo confió en ti, y verás grandes milagros, te lo prometo. 





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